Enseñar a ser autónomo es un trabajo grupal, supone conseguir que el niño quiera aprender a hacer las cosas por su cuenta y, además, que nosotros los adultos comprendamos que es una tarea llena de paciencia y empatía.
Me encantaba cuando no tenía hijos observar cómo los de otras personas de mi entorno iban desarrollándose de forma individual, cómo cada vez que nos volvíamos a ver hacían cosas solos y que, además, disfrutaban de poder hacerlo sin ayuda de nadie.