Mostrar arrepentimiento y ofrecer una disculpa es una forma de que los niños vean que no somos perfectos, que cometemos errores y que los afrontamos, y que no pasa nada.
Podemos pensar que la disculpa sólo se ofrece si la otra persona comprende todo el contexto, pero cuando nos disculpamos no lo hacemos buscando el perdón, lo hacemos porque así lo sentimos y porque creemos que es lo correcto. Por eso si consideras que el conflicto generado con tu hijo requiere una disculpa no pienses en la edad que tiene, piensa en cómo te gustaría que actuasen contigo y en cómo quieres que tu pequeño actúe en el futuro.
Con la disculpa mostramos que somos iguales y merecemos el mismo respeto, que tenemos los mismos derechos y que la dignidad humana no se rige por edades ni méritos. Una disculpa breve, sentida y directa que nos haga conectar como seres humanos y como familia.
Trabajar acciones que queremos que ellos lleven a cabo en el futuro es tan simple como esto: cuanto antes se empiece mejor se interiorizan. Si queremos que sean agradecidos hay que enseñar a serlo desde pequeños, al igual que si queremos que sean pacientes, resilientes y, por supuesto, que sepan disculparse.
No es cuestión de que entiendan lo que hacemos, es cuestión de normalizar acciones tan necesarias como la disculpa, la corrección de acciones, el arrepentimiento. Tampoco se enteran cuando les decimos que les queremos y no paramos de hacerlo desde que nacen.
¿Cómo podemos mostrar disculpa cuando son pequeños?
Si aun no hablan podemos dar un beso, un abrazo, y ofrecer un perdón sentido todo a su altura visual
Si ya hablan podemos dar un beso, un abrazo, un perdón acompañado de una explicación (que no de una justificación) y todo a su altura visual.
¿Y cuántas veces me disculpo con mi hijo?
Pues cada vez que consideres que es necesario, seguramente habrá días mejores y días peores y es en los días peores donde más nos tenemos que esforzar. Una disculpa rebaja los nervios y las tensiones que se puedan haber generado
¿Y cuándo empezará mi hijo a disculparse?
De forma condicionada cada vez que se lo pidamos, si tu le dices pide perdón, lo dirá.
De forma espontánea cuando lo interiorice a través de la comprensión y el ejemplo que reciba. Sin prisa, nada se aprende bien con prisa y cuando lo sienta de verdad llegado el momento lo dirá y él mismo se sentirá orgulloso
Como siempre paciencia, constancia, ejemplo y mucho amor.